Autoconfianza: Cómo confiar en ti siempre

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Una buena autoconfianza nos ayuda enfrentarnos a los retos que la vida pone en nuestro camino. ¿Sueles creer en ti mismo o tiendes a dudar de ti? ¿Varía tu nivel de autoconfianza en función de la situación?

Veremos que hay dos enfoques en los que basar nuestra autoconfianza. El habitual suele llevar a fluctuaciones en los niveles de confianza en nosotros mismos. Sin embargo, el segundo enfoque nos permite creer en nosotros siempre, sean cuáles sean las circunstancias.

Basar la autoconfianza en tus capacidades

Este es el enfoque más habitual. La mayoría hemos construido nuestra autoconfianza en nuestra capacidad para superar retos. Cuando superamos dificultades nuestra autoconfianza crece. Pero cuando fallamos, se ve mermada.

Es decir que cuánto más confío en mi capacidad para hacer algo, más autoconfianza tendré. Cuando me enfrento a un reto me preguntaré qué quiero o debo hacer y cómo voy a conseguirlo. ¿Tengo los recursos y capacidades para superar el reto?

El problema es que, según el día o la situación, tendré más o menos confianza. Al basar la autoconfianza en la capacidad de hacer o alcanzar algo, mi confianza también se verá afectada por el resultado y las consecuencias. Si lo alcanzo confirmo y fortalezco mi autoconfianza. Pero si no lo consigo o no lo hago tan bien como me hubiera gustado, hace mella en mi confianza.

¿Basas tu #autoconfianza en tu #capacidad para hacer las cosas y enfrentarte a retos? Cuál es el problema de este enfoque Clic para tuitear

Perfeccionismo y autoconfianza

¿Crees que siempre debes ser perfecto? Sea a la hora de enfrentarte a los estudios o al trabajo puede que siempre aspires a un resultado perfecto. Tal vez creas que siempre te debes comportar de forma impecable, sin una salida de tono ni meter la pata con un comentario.

Si es así estás poniendo mucha presión sobre ti mismo. Si además tu autoconfianza se basa en tus capacidades, cuando te sale algo mal te hundirás. Pero nadie es perfecto. Todos tenemos nuestros fallos y por eso no somos peores personas.

Por eso sugiero que revises a qué se debe esta autoimagen de tener que ser perfecto. Detrás de esa fachada se suelen esconder inseguridades adquiridos de niños. Mejor aprende a aceptar que no podemos ser perfectos ni hacerlo todo a la perfección.

¿Crees que siempre debes ser y hacerlo todo perfecto? Por qué poner esa presión sobre ti no es bueno para tu #autoconfianza Clic para tuitear

La base para una autoconfianza indestructible

Sin embargo hay otra alternativa para tener una autoconfianza prácticamente a prueba de balas. Se trata de basar tu confianza en dar lo mejor de ti. Eso significa confiar en que darás lo mejor que puedes. Harás las cosas lo mejor que sabes en ese momento. Sea cuál sea el resultado, tendrás la confianza de haber dado lo mejor; y ya lidiarás con las consecuencias. 

Puedes pensar si estás capacitado para enfrentarte al reto y basar tu confianza en el resultado. También puedes preocuparte por una conversación pensando que no sabrás qué decir o tal vez metas la pata con un comentario. Pero también puedes confiar en que lo harás lo mejor que sabes. Sea cuál sea el resultado ya manejarás las consecuencias.

Al fin y al cabo no se acabará el mundo si el resultado no es el deseado. Casi siempre hay oportunidades de hacerlo mejor la próxima vez. Tal vez no era tu momento.

Solemos aprender a basar nuestra #autoconfianza en nuestras #capacidades. Pero hay otro enfoque mejor para tu seguridad y #confianza Clic para tuitear

¿Y si no doy lo mejor?

Lo normal es que intentemos hacer las cosas lo mejor que sepamos. No dar lo mejor sería no intentarlo siquiera o ser deliberadamente vago, dishonesto o despiadado. ¿Te has preparado para el reto y has intentado superarlo? Entonces has dado lo mejor. ¿Has mantenido una conversación con buenas intenciones? Entonces has dado lo mejor.

Dar lo mejor no siempre es conseguir lo mejor

Debes aceptar que no siempre conseguirás el mejor resultado. Pongamos por ejemplo que te enfrentas a un examen. Has estudiado y te has preparado lo mejor posible. Llegado el momento del examen pones todo tu esfuerzo en dar lo mejor. Puede que el resultado no sea perfecto. ¿Lo podrías haber hecho mejor? Repitiendo el examen, probablemente. Pero en el momento en cuestión diste lo mejor que sabías.

Otro ejemplo puede ser un evento de trabajo. Estás nervioso porque es una situación importante. Tienes las mejores intenciones pero, con los nervios, se te escapa algún comentario ridículo o inapropiado. Puedes sentirte avergonzado y martirizarte. O puedes disculparte y recordar que todos somos humanos imperfectos.

Parte de ser adulto es aprender a lidiar con decepciones y fracasos. La cuestión es cómo nos enfrentamos a ellos. Si lo consideramos una lección de aprendizaje nos permite crecer como personas.

Dar lo mejor de nosotros no siempre significa conseguir el mejor resultado. Más vale aceptarlo. #autoconfianza Clic para tuitear

Decide cuál quieres que sea tu autoconfianza

La próxima vez que dudes de ti mismo, párate a pensar a qué se debe. ¿En qué estás basando tu confianza? ¿Qué te preocupa? ¿Qué te da miedo?

Si basas tu autoconfianza en dar lo mejor de ti, la situación te pondrá menos nerviosa. No te sentirás inseguro. Y ello redundará en que serás más capaz de superar el reto.

Confiar en dar lo mejor fortalece tu autoconfianza y autoestima. Reduce tus inseguridades y miedos. Así te sentirás más capaz de enfrentarte a retos y salir de tu zona de confort.

¿Y si hubiera una manera de enfrentarte a los #retos con menos #miedo e #inseguridades? Depende en qué se basa tu #autoconfianza Clic para tuitear

¿Tienes una autoconfianza a prueba de balas?

¿Cuál es tu nivel de autoconfianza? ¿Varía según las situaciones a las que te enfrentas?

¿Crees que enfocar tu autoconfianza en dar lo mejor de ti, en vez de en tus capacidades y los resultados, te puede ayudar?

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