[vc_row][vc_column][vc_column_text]¿Sabías que el desorden te ocupa espacio mental? Sea el desorden físico o mental, si tenemos la cabeza ocupada nos resultará más difícil ser productivos y creativos. Hasta podemos llegar a sentirnos sobrecargados y abrumados. Así que veamos cómo poner orden y así despejar nuestra mente.
Lo no resuelto ocupa espacio mental
Papeles apilados en el escritorio, cosas que no están en su sitio, acumular cosas que ya no usamos. Queramos o no, todo este desorden físico nos ocupa espacio en la cabeza. De manera consciente o subconsciente nos acordamos de ello, de que deberíamos colocarlo, tirarlo, donarlo o lo que sea.
Pero dentro del desorden también podemos contar asuntos sin resolver. Tareas y recados pendientes de hacer, problemas que resolver, cosas que deberíamos hacer pero vamos aplazando; todo esto también ocupa espacio en nuestra mente.
¿Por qué nos ayuda poner orden?
Poner orden en nuestra casa, nuestra oficina y, no menos importante, en nuestra cabeza tiene varios beneficios. Cuanto más llena tengamos la cabeza de asuntos más nos costará concentrarnos en nuestro trabajo, encontrar la motivación para acometer un proyecto, tener ideas o buscar soluciones.
Poner orden crea armonía y así despeja nuestra mente. Incluso nos da una sensación de alivio y logro. De este modo ayuda a nuestra motivación, inspiración, creatividad y productividad.
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Cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa
Sea en casa o en la oficina conviene establecer un lugar para cada cosa y una rutina para poner orden. Existen sistemas de organización para todo: la cocina, el baño, el salón, el dormitorio, los armarios, la oficina. No importa el tamaño de tu casa o de escritorio hay soluciones y trucos para todo. De hecho puedes encontrar todo tipo de ideas y trucos en internet, por ejemplo en YouTube o Pinterest.
Conviene colocar las cosas por su tipología y por persona y no dispersarlos. De este modo sabremos dónde se encuentra cada cosa y no tenemos que buscar en diferentes armarios.
Así que elige una habitación o una cosa que has estado evitando colocar y ponte manos a la obra. Puede que te dé pereza al principio pero una vez te pongas con ello verás que te causará satisfacción ver el resultado de tu trabajo. Luego resérvate tiempo otro día para atacar otra zona desordenada o necesitada de un mejor sistema de organización.
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Mantén el orden
Una vez tengamos un sistema de organización, el problema es a veces mantener el orden. En el día a día se van acumulando las cosas, sobre todo papeles, cartas, tickets de la compra pero también cosas que compramos. Un buen truco para mantener las cosas colocadas es recoger alguna cosa cada vez que pases por una habitación. Una camisa para lavar que se ha quedado en el dormitorio. Un taco de revistas dirigidas al contenedor de papel. El bolso que dejaste encima de la mesa porque esta mañana decidiste llevarte otro. A veces vamos dejando las cosas por allí pensando que ya lo colocaremos y que no importa. Pero recuerda que el desorden te ocupa espacio mental.
Deshazte de lo que ya no necesitas
Antes mencionaba que acumulamos cosas en el día a día. Si queremos poner orden en nuestra casa, oficina y cabeza debemos perder los escrúpulos de deshacernos de cosas.
Piensa qué papeles puedes tirar o destruir. ¿Por qué los has guardado y aún los necesitas conservar? Entonces archívalos. Si no es así, deshazte de ellos. ¿Se te van acumulando los libros? Decide cuáles quieres conservar y qué hacer con el resto. Tal vez los puedas vender de segunda mano o donarlos a una biblioteca.
¿Tienes ropa o zapatos que ya no te pones? Puede que ya no te entren, ya no te resulten cómodos o simplemente te aburren. El hecho es que hace tiempo que no te los pones. Pues ¿por qué no venderlos online o donarlos? El otro día saqué unos cuantos zapatos que ya no me puedo poner desde que llevo plantillas. Me daba pena deshacerme de ellos pero también que ocupasen un espacio para nada. Así que los subí a una aplicación de venta segunda mano. Aún no los he vendido pero el simple hecho de haber tomado una decisión y haber tomado acción ya me ha causado cierto alivio.
Otra cosa que se nos acumula sobre todo a las mujeres son los cosméticos y productos de baño. Esa crema que prometía maravillas y no te va bien. Ese perfume que te regalaron y no te gusta. El maquillaje caducado. Echa un vistazo al armario del baño o al tocador y saca todo lo que en realidad no usas.
Repasa todas tus cosas y valora honestamente si necesitas conservarlos. ¿Has oído hablar del método KonMari? La creadora Marie Kondo propone preguntarte si una cosa te da alegría al verla. Si no es así te recomienda deshacerte de ella.
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Ten sobre la mesa solo lo que necesitas
Pensando en el trabajo, a lo largo del día se nos pueden acumular papeles sobre la mesa: documentos que hemos impreso, que tenemos pendiente despachar, papeles que nos dejan otros. Todos estos papeles reclaman nuestra atención si los tenemos a la vista. Nos distraen igual que las notificaciones del móvil. Por eso te recomiendo que los vayas guardando fuera de tu espacio de trabajo para atenderlos cuando toque.
Piensa en un sistema que funcione para tu trabajo. Puede ser buena idea instalar unas bandejas para la entrada y salida de correspondencia y documentos. Luego te sugiero un sistema de carpetas temáticas: para clientes, proveedores, por proyectos, por meses y días. Como digo depende de las necesidades para tu trabajo. La cuestión es tener la documentación clasificada y poder localizarla fácilmente cuando la necesites.
¿Sueles recoger tu escritorio todos los días? Si no, es otro hábito a adquirir. Suelo recoger mi mesa no solamente al final del día sino también antes de irme a comer. Cuando vuelvo al escritorio primero saco mi lista de tareas para evaluar las prioridades y decidir la siguiente tarea que acometer. Es como hacer borrón y cuenta nueva. Si tuviera la mesa llena de los papeles del día anterior o de antes de comer me distraería y elegiría cualquier cosa a la vista.
Pilas de papeles y documentos acumulándose en el escritorio distraen nuestra #atención. Si quieres mejorar tu #concentración pon #orden Clic para tuitear
Pon orden en tu cabeza
Ya hemos hablado de poner orden físico. Pero al principio te comentaba que no solo el desorden físico nos ocupa espacio mental. A lo largo del día van surgiendo tareas y se nos van ocurriendo recados. Todas estas cosas van ocupando espacio en nuestra cabeza si no las apuntamos. Nuestra memoria nos las irá recordando hasta que las hagamos sin importar su importancia o urgencia. Apuntarlas nos permite clasificar los asuntos y decidir cuándo será el momento adecuado para acometerlos.
Otro riesgo que corremos al no apuntar las cosas es que vivimos todo en nuestra vida dos veces. Primero en nuestra imaginación y luego en la realidad. Por eso los gurús de la motivación recomiendan imaginarte la consecución de un objetivo o proyecto porque si tu mente lo ve como una realidad será más fácil convertirlo en una.
Pero cuando tenemos muchos asuntos pendientes nuestra imaginación nos puede jugar una mala pasada. ¿Alguna vez le has dado vueltas a un tema que le tenías que comentar a alguien? Te acuerdas del asunto de camino al trabajo o durante la hora de comer. En tu cabeza ya tienes preparado el correo electrónico que quieres escribir o lo que vas a decir en la llamada. Luego llegas a la oficina, te pones a trabajar y casi se te olvida el asunto. Al haber imaginado la situación, a tu mente se le olvida si solamente lo imaginaste o realmente lo hiciste. Así que apúntate las ocurrencias que tengas para no dejarte engañar por tu mente. De otro modo o puedes llegar a pensar que ya lo hiciste o tal vez te vuelvas a acordar pero demasiado tarde.
No apuntes las cosas de cualquier manera
Sin embargo, una lista de tareas solo será tan buena como el uso que hagas de ella. Apuntar los recados, tareas y quehaceres varios despeja nuestra mente. Pero aquí nuestra mente también nos puede jugar la mala pasada de hacernos creer que haber apuntado algo es igual a haberlo hecho. Así que no te apuntes las cosas de cualquier manera. Créate un sistema que te permita tener acceso a tu lista de tareas y consultarla en el lugar adecuado y el momento oportuno.
Poner #orden en casa o en la oficina está muy bien. Pero ¿qué pasa con tu cabeza? ¿Te anotas los asuntos y #tareas que surgen? Despeja la cabeza Clic para tuitear
¿Tienes la cabeza despejada?
¿Sabías que el desorden supone un carga mental? ¿Te cuesta mantener el orden? ¿Cuáles son tus mejores trucos para poner orden?
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